Una persona que solía considerarse tranquila y serena notó que en ciertas situaciones, como presentaciones importantes o entrevistas laborales, los nervios y la ansiedad la invadían. Para lidiar con esto de manera efectiva, implementó las siguientes estrategias:
● Respiración diafragmática o abdominal
- Practicar una respiración profunda, llenando primero el abdomen y luego los pulmones de aire.
- Exhalar lentamente mientras se concentra en este patrón consciente de respiración.
- Esta técnica ayuda a calmar la mente y reducir la tensión física generada por el estrés.
● Afirmaciones positivas
- Establecer una rutina diaria de repetirse frases alentadoras como «Estoy preparada y tengo la capacidad para manejar esto exitosamente» o «Confío plenamente en mis habilidades para superar este desafío».
- Reforzar esta práctica especialmente antes de enfrentar situaciones estresantes.
- Las afirmaciones positivas ayudan a reforzar la autoconfianza y cambiar la perspectiva sobre la situación, viéndola como una oportunidad en lugar de una amenaza.
● Impacto positivo
- La implementación constante de estas estrategias no solo redujo significativamente sus niveles de nerviosismo, sino que también tuvo un efecto muy positivo en su bienestar general.
- Gracias a ellas, ahora se siente mucho más capacitada y empoderada para enfrentar desafíos que antes le parecían insuperables o inalcanzables.
- Esta sensación de control sobre sus emociones le brindó una mayor tranquilidad y seguridad en sí misma.
Al compartir este ejemplo, se busca ilustrar cómo ciertas técnicas simples pero efectivas pueden ayudar a manejar el nerviosismo y la ansiedad, mejorando así la capacidad de comunicación y desempeño en situaciones desafiantes.